CADETE MASCULINO BLANCO

CADETE MASCULINO BLANCO

CADETE MASCULINO BLANCO

Derrota abultada de nuestros cadetes de primer año en la cancha del Adesavi.

Seguimos cometiendo los mismos errores fin de semana tras fin de semana, entrenamiento tras entrenamiento, ejercicio tras ejercicio. Tardamos mucho tiempo para pasar del ataque a la defensa, por tanto, nuestro balance brilla por su ausencia. No existe responsabilidad individual en el 1x1, ni líneas de pase, ni defensa del corte, ni bloqueo de rebote, ni un largo etcétera que pone de manifiesto que nuestra defensa hace aguas.

Por otro lado, sin una defensa agresiva que nos proporcione ataques fáciles, el ataque no fluye. Los jugadores sin balón son espectadores estáticos de lo que sucede con él. Y de esta manera, entramos en un juego espeso y sin movilidad.

Después tenemos a los jugadores que están en el banquillo. Su actitud es la de permanecer callados o hablando con el compañero de al lado sobre lo mal que lo hace uno u otro. Cuando lo que cabría esperar es que se dejasen la garganta de tanto animar  o las palmas de tanto aplaudir. De esta manera, saldrían a la pista completamente metidos en el partido y sabiendo que errores estamos cometiendo para no seguir haciéndolos.

En definitiva, un barco con demasiados patrones y poco marineros.

Pese a esta crónica, dura y critica, sigo siendo optimista y creyendo en cada uno de ellos. Creyendo en que detrás de este equipo hay un verdadero EQUIPO con mayúsculas. Que tenemos un margen de mejora enorme y un talento innato. Que los fallos que estamos teniendo son nuestros y no forzados por los contrarios. Sigo creyendo que cuando se pongan el mono de trabajo y se den cuenta de que tal y como se entrena se juega, daremos un salto de calidad y mucho que hablar. No dudo que sómos un grupo de apasionados por el Basket, ahora solo tenemos que demostrarlo. Demostrarlo: defendiendo, corriendo, hablando, animando, sacrificándome, luchando…

Ahora solo falta que lo creáis vosotros, EQUIPO.

Volver